¡Bienvenidos!

Limpieza del material volumétrico de vidrio




Es sumamente importante que todos los aparatos volumétricos se limpien escrupulosamente y que las paredes interiores se hallen completamente libres de grasa. El agua no mojará uniformemente una superficie de vidrio que tenga alguna sustancia grasa; y cuando la misma o una solución acuosa se ponga en contacto con una superficie tal, dejará gotitas adheridas al escurrir, o si se forma una película al principio, pronto se romperá y dejará parches de líquido. Además se deformará el menisco de una solución si las paredes vecinas están engrasadas. El agua se extiende sobre una superficie de vidrio limpia y privada de grasa, y deja una película invisible cuando se deja correr. Es obvio que no se pueden hacer mediciones exactas de volumen aun cuando las paredes del aparato estén muy poco engrasadas. Por esta razón, antes de intentar un trabajo volumétrico, se deben examinar las paredes del recipiente para la medición para comprobar si está engrasado, y se limpia el recipiente si el agua no moja uniformemente la superficie.




Existe un cierto número de agentes qne limpiar y que pueden usarse para quitar las películas de grasa de las superficies de vidrio. Comúnmente se usa una solución de dicromato de potasio o de sodio en ácido sulfúrico concentrado (consultar al maestro de taller) con este fin y es eficaz en muchos casos. La pieza que se debe limpiar se llena con la solución fría que se emplea para ese objeto, y se deja estar durante algunas horas, o toda la noche si el vidrio está muy engrasado. A veces es suficiente un período de contacto más breve. Los matraces grandes se limpian vertiendo en su interior un pequeño volumen de la solución, invirtiendo, y agitando a intervalos de modo que las paredes se mantengan continuamente mojadas. Las pipetas se mantienen llenas con la mezcla para limpiar poniendo un trozo de tubo de goma en la parte superior del tubo de succión y cerrándolo con un doblez y una pinza. Debe tenerse gran cuidado con. las pipetas llenas para no llevar el líquido corrosivo a la boca. Es mejor interponer un frasco de seguridad entre la pipeta y la boca o usar la línea de vacío. Las buretas también se dejan estar llenas con la mezcla para la limpieza.

Una solución de hidróxido de potasio en alcohol (consultar al maestro de taller) es un agente de limpieza muy bueno; es más rápida en su acción que la mezcla de los ácidos sulfúrico y crómico, y se emplea en aquellos cases en que esta última es ineficaz. Este líquido alcalino (así como otras soluciones fuertemente alcalinas, por ejemplo solución de hidróxido de amonio y agua oxigenada 10 Volúmenes) no se debe dejar en contacto con el vidrio durante mucho tiempo a causa del lento ataque sobre el mismo. También es muy eñeaz una solución acuosa de hidróxido de sodio que contenga permangarato de potasio. Se puede dejar en el recipiente de vidrio durante cinco o diez minutos. El dióxido de manganeso se separará sobre el vidrio en los lugares que tenga grasa u otras sustancias orgánicas; se elimina la capa de dióxido enjuagando con ácido clorhídrico concentrado; el cloro que así se forma ayuda a quitar el material orgánico. También se puede usar una solución ácida diluida que contenga sulfitos para remover el dióxido de manganeso.

Toda vez que se usa una solución para limpiar, el recipiente se enjuaga con cuidado al final, primero con agua corriente y después con agua destilada, y se deja escurrir. Si se ha privado completamente de sustancias grasas al vidrio, las paredes se mojarán uniformemente y quedará una película delgada. Generalmente no es necesario, ni aun conveniente, secar los recipientes volumétricos antes de usar.