Jardín químico de Epicuro

 Fundamento.

El silicato de sodio, antiguamente llamado licor de piedras permite realizar una bella

experiencia reaccionando con sales de metales de transición. Se obtienen estructuras

parecidas a corales o algas submarinas o estalagmitas.


Desde principios del siglo XX, el médico Stéphane Leduc había estudiado todas las

posibilidades de combinación entre sales metálicas y disoluciones a base de carbonato,

fosfatos y silicatos de sodio. Pensó haber “recreado la vida” observando crecimientos

sorprendentes a base de compuestos químicos completamente inertes.

La explicación de este crecimiento arborescente se fundamenta en dos fenómenos

físicos:

La ósmosis. En presencia de silicato de sodio, los iones metálicos forman silicatos

metálicos. Una envoltura sólida pero semi-permeable se forma alrededor del gránulo

de sal metálica. A causa de la diferencia de concentración entre el interior y exterior y

dado que la pared es porosa, el agua entra por ósmosis. La presión en el interior de la

envoltura o burbuja aumenta hasta su rotura.

El empuje de Arquímedes. Es debido a la diferencia de densidad entre la solución de

silicato de sodio y el interior de la envoltura porosa. Por ósmosis el agua que entra en

la burbuja disuelve la sal metálica y la densidad disminuye, cuando esta se vuelve

inferior a la densidad de la solución de silicato, una fuerza dirigida de abajo a arriba,

rompe la envoltura y el líquido interior sube a través de la solución de silicato

formando ramas.

Si la sal utilizada es muy higroscópica como cloruro de hierro (III) y el cloruro de

cobalto hexahidrato se obtienen grandes ramas de crecimiento rápido. En caso de

sales menos higroscópicas se forman ramas finas o más cortas.

Se observa también la aparición de burbujas de aire provenientes del aire disuelto en

el agua destilada o del aire atrapado en los gránulos de la sal metálica. Estas burbujas

tienen tendencia a subir a la superficie arrastrando la sal metálica y ayudando así a la

formación de tentáculos o ramas.

El color de las ramas formadas depende del catión metálico:

Debemos observar también que la forma de las ramas depende del tamaño y

geometría del gránulo de sal metálica. Así tenemos forma de hierba para el sulfato de

níquel heptahidratado si está en polvo. Ramas finas para el sulfato de cobre

pentahidratado, el cloruro de calcio y el cloruro de cobalto hexahidratado, también en

polvo. Ramas irregulares para el sulfato de hierro (II) heptahidratado. Ramas espesas

para el cloruro de hierro (III) si están en forma de granos gruesos.

Material y reactivos:

Frasco de vidrio

Arena

Silicato de sodio

Agua desionizada

Sulfato de cobre pentahidratado

Sulfato de níquel

Sulfato de hierro (II)

Cloruro de cobalto

Cloruro de calcio

La forma de proceder es la siguiente:

1.- En un recipiente de vidrio transparente colocar en el fondo un lecho de arena de 3

o 4 cm aprox. y verter de forma laminar resbalando por las paredes o con ayuda de un

embudo un determinado volumen de silicato de sodio más agua destilada; mejor

diluido a partes iguales con agua destilada, para ahorrar solución de silicato; así se

evitan más costes y generar más residuos tóxicos. Homogeneizar bien.

2.- Plantar como “semillas” o espolvorear sobre la superficie de silicato de sodio

diversas sales de metales de transición en forma de polvo o gránulos. Se pueden

utilizar las siguientes sales: sulfato de cobre pentahidratado. Sulfato de níquel

heptahidratado. Sulfato de hierro (II) heptahidratado. Cloruro de hierro (III). Cloruro de

cobalto hexahidratado. Sulfato de manganeso monohidratado y cloruro de calcio.

3.- Después de algunos segundos comienzan a formarse ramas de diferente forma y

color según la sal. Al cabo de 30 minutos el jardín o bosque químico ha terminado su

crecimiento.

4.- Se puede conservar durante largo tiempo tapando para evitar que absorba CO2 del

medio. Observar y explicar lo que ocurriría de absorber mucho anhídrido carbónico.

PRECAUCIONES.

Siempre debemos tener presente las indicaciones de peligro y los consejos de

seguridad de los reactivos que empleemos. La calidad de los reactivos es suficiente que

sea QP. Es muy importante saber las características y los riesgos de lo que manejamos

para evitar accidentes. Se debe evitar contacto con la solución de silicato de sodio pues

esta contiene una gran cantidad de hidróxido de sodio muy corrosivo. También

debemos usar los EPI ́s (Equipos de Protección Individual) y emplear campana

extractora en caso se generen vapores o humos.

En este caso hay que emplear bata de laboratorio, guantes y gafas de seguridad.

En cuanto a la eliminación de productos de reacción se deben tener en cuenta el riesgo

medioambiental. Así mismo, las sales metálicas producto de la reacción son tóxicas

para el medio ambiente. Su eliminación deberá realizarse según un plan de gestión

medioambiental de residuos.